ME PARECE BARATO

Antes de nada quisiera desengañar a los que vayan a leer este artículo pensando en un intercambio de insultos, al fin y al cabo reconozco que esta situación puede producir morbo en algunas personas. No responderé al dueño de PROMAVI (parece que lo de joven o lo de empresario no le gusta) ya que, como dice nuestro refranero, NO HAY MAYOR DESPRECIO QUE NO HACER APRECIO.
Anticipadas mis intenciones entro de lleno en lo que me lleva a titular “Me parece barato” este artículo. Obviamente sabía a lo que me exponía cuando firmaba mis artículos, pero como he dicho miles de veces, soy dueño de mis palabras y de mis acciones. Viendo las reacciones de ciertas personas el día 11 de junio lo cómodo hubiera sido ampararme en el anonimato (entiendo y respeto vuestra decisión, aunque no la comparta), pero nunca ha sido mi forma de actuar y ahora no veo necesario cambiarla. Si el verme calumniado y/o amenazado pública o privadamente es el precio que tengo que pagar por defender lo que creo justo “ME PARECE BARATO”, sobre todo si lo que defiendo es mi pueblo y con él a un gran número de personas a las que aprecio por el mero hecho de compartir un sentimiento: querer a Niebla.
No pienso cejar en mi empeño, por cierto, y desdiciéndome de lo anterior únicamente responderé al dueño de Niebla Digital, que si lo de que alguien nos parta la cara es una amenaza, necesitará argumentos más fuertes para que comience a darle importancia y credibilidad a sus palabras. Yo también pienso que ¡Ya está bien! Ya es hora de que Niebla recupere lo que es suyo.
Responderé también al anónimo que, en otro artículo y con la mejor de sus intenciones, me aconseja no ir puerta por puerta solicitando firmas para evitar que “me linchen”. Nunca ha sido esa mi intención, sólo me he ofrecido para recoger las firmas del modo y forma en que se acuerde entre los voluntarios dispuestos a ello. Mi idea es la de recogerlas en espacios públicos (plazas, mercadillos, puerta del Ayuntamiento, etc.) No es miedo al linchamiento verbal ya que, retomando el refranero, “perro ladrador, poco mordedor”, lo que creo que hay que evitar es que alguien lo considere una provocación, al fin y al cabo nuestras casas pertenecen al ámbito de lo privado. Y el hecho voluntario y valiente de firmar debe ser realizado sin ningún tipo de coacción subjetiva. Os animo a todos que lo hagáis, sin vuestro apoyo será mucho más difícil, que no imposible.
Un saludo a todos los inconformistas que quieren a su pueblo.

Pelayo Castillo Palacios