ILIPLENSES: Carlos González Carrellán

Tengo el honor de presentarles y darles a conocer unas palabras las cuáles son pocas para explicar una vida llena de trabajo y dedicación, y sobre todo un gran aprecio por Niebla y sus ciudadanos. Es una persona de las muchas de las que tenemos en Niebla, que trabajan por todos nosotros, con la única diferencia, de dedicar su vida a ser Guardia Civil, al igual que su dedicación a trabajar en la vida católica con los jóvenes, como otros muchos iliplenses. Es una de las muchas personas que han marcado a Niebla y a sus ciudadanos, tras hacerle esta propuesta, él acepto a colaborar, con ello os dejo el fruto de estas palabras llenas de muchos sentimientos y años de vida, ahora tenemos la oportunidad de conocer en primera persona su vida y sus palabras. Para acabar, seguido os dejo estas maravillosas palabras. Carlos, gracias. Aunque toda palabra mía es poca para presentarte. Hace 21 años y parece que fue ayer, comenzó un trabajo que se hoy por hoy es una vocación. Cuando entre en la Academia de la Guardia Civil, comenzó un largo camino hasta el día de hoy, un camino en el que las palabras del Duque de Ahumada “El Guardia civil no debe ser temible sino a los malhechores, ni ser temido sino de los enemigos del orden. Los Guardias civiles deben ser prudentes sin debilidad, firmes sin violencia y políticos sin bajeza se convirtieron en el primer motivo, para ser Guardia Civil, el segundo motivo y el que me ha hecho seguir pensando que aquel paso que di en su momento es el que me lleva al hombre que soy hoy, ese pilar es el servicio al ciudadano, servir sin descanso y sin desaliento, buscando solo la recompensa del trabajo bien hecho y la sonrisa del servido. Difícil tarea en cualquier tiempo. En este camino hace 11 años tuve la dicha de que en mi afán de estar cerca de la familia se me diera la oportunidad de recalar entre las murallas de una tierra llena de historia, de vida escondida, de ilusiones y esperanzas, de dificultades pero de gente que una vez que abren su corazón comienzas a formar parte de sus historias. Niebla, Ilipla aun recuerdo cuando venia para la feria de to santos con mi tía en un 127 a comprar los membrillos y las castañas, quien me iba a decir que iba a formar parte de su historia. Siempre he querido ser parte del lugar donde he vivido, siento que es la única manera de prestar un servicio, conocer e integrarte. Aquí cuando llegue no iba a ser menos, comencé dicho camino, por el colegio san Walabonso, si supiéramos lo privilegiados que somos en niebla por contar con el colegio que tenemos, no os lo podéis imaginar. Me paro en mi historia para contar lo que siento cuando hablo del colegio; ¡qué gran casa de todos, que familia!, hablar del colegio me llena de orgullo, es un referente en mis charlas con amigos, es un referente en mi lugar en el faccebook y en las redes sociales, es un referente y un orgullo poder decir que pertenezco a la comunidad educativa de niebla; es más que un colegio, es un lugar para educar en valores, donde cada uno de nosotros juega un papel importante, donde el equipo directivo, ha sabido dar mucho y así estar dispuesto a recibir mucho, aunque ese no sea el fin, como dice mi amigo Fernando “todo por los niños”. He vivido experiencias gratificantes como poder servir a los padres desde el AMPA, he podido servir a los padres dándoles clases sobre internet y las redes sociales, sobre el uso de estas; he podido servir a la comunidad educativa cuando me han llamado para formar parte de charlas, de eventos, y de encuentros con personal que viene al colegio para mostrar a la comunidad educativa de España un modelo muy válido y esperanzador de cómo educar en valores con las nuevas tecnologías. Mi servicio gratuito, está lleno de la gran recompensa de formar parte de esa Comunidad educativa, de las sonrisas, de las palabras y de los momentos vividos con otros padres y con los niños, no hay mejor pago que ese, gracias. Muchos dicen que Niebla es difícil, yo digo que no, que esta falta de oportunidades, que está llena de gente con ganas de hacer cosas, que se necesitan lideres o grupos de gentes que sepan canalizar esa energía y ponerla en marcha, un gran ejemplo es el Colegio San Walabonso. Mi fe, algo personal pero que me lleva a ser y a mostrar una parte de mi que reafirma ese ser y estar al servicio del otro, ser Cristiano no solo porque me toco vivir en esta sociedad que lo es, sino dar un paso más, ser Cristiano por convencimiento y madurez, en eso que es muy personal se encuentra una dimensión que me lleva a dar sin convencer testimonio de esa fe, sin pretensiones me puse a trabajar para la Parroquia de Nuestra Señora de la Granada, con nuestro querido Vitoriano, di mis primeros pasos; siempre he tenido un don especial para con los adolecentes y jóvenes, no es mío ese don, así que lo puse al servicio de estos, dando les catequesis, intentando que la formación en la fe, también fuera una formación en la persona, ya que creo que sin formar a la persona la fe no tiene sentido, porque no madura, haciéndoles sentir que ya no eran niños, sino que comenzaban a formar parte de algo más serio; y ahí tuve la oportunidad de conocer a gente que compartió la formación de estos jóvenes y adolescentes ,que para mí son referentes de entrega, referentes de disponibilidad y de comprensión, ya que muchas veces sin comprender lo que sea hacia tuvieron la paciencia de seguir. Dentro de ese andar con Dios y para Dios, en una entrega a los demás, porque no tiene sentido ser de Dios sin descubrir al otro, me encuentro dentro de una parroquia donde vi crecer a muchos adolescentes que ahora son jóvenes con grandes valores, vi como las personas hacen crecer las cosas, con esfuerzo, con dedicación y gratuidad, nacen cosas que enriquecen a un Pueblo, a nivel cultural pero para mí más a nivel de entrega y esfuerzo por tener una identidad propia, la Semana Santa se llena de vida con la Hermandad y cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santo entierro de nuestro señor Jesucristo y María Santísima de los Dolores, en la que tuve la suerte de salir escoltando uno de sus pasos, y que muchos de los Jóvenes que forman parte de su Grupo Joven han pasado por los Grupos de Catequesis. Es un orgullo formar parte de esa historia aunque solo sea un pequeño retrato. Una parroquia viva, que tiene la suerte de que llegan a dar su vida los curras Misioneros del Verbo divino, que dan otra dimensión a eso que falta muchas veces desde nuestra Iglesia ,hacer familia, de estar cerquita y de vivir con el otro. Y hay sigo intentando estar al servicio de lo que ellos, en este caso Marcelino, quiera de mi, aunque muchas veces mi trabajo dificulte esa entrega. Uno de los momentos más ricos vividos gracias a la parroquia y a mi fe, fue le JMJ, en el que Niebla ciudad de acogida, realizo una labor muy bonita abriendo sus puertas a 10 chicas Dominicanas que estuvieron una semana compartiendo y viviendo con nosotros. Las Hermandades de Niebla dieron una gran lección de unidad en el trabajo, la gente de Niebla dio una gran lección de servicio y no me cansare de agradecer a todos, tanto a las instituciones (ayuntamiento que se ofreció para lo que quisimos), como a los bares donde comieron que fueron comprensivos y acogedores, a la gente que ofreció sus casas, a los que estuvieron acompañando a estas chicas dando su tiempo y esfuerzo dejando el Nombre de Niebla muy alto en esas tierras Dominicanas. De mi relación con las Hermandades me gustaría no dejar de hablar de la Hermandad del Roció, casi todos los años y son ya 11, desde que llegue a Niebla, cuando se acerca el momento del camino del Roció, me toca decirle a mi Jefe que me ofrezco voluntario para hacer ese camino escoltando a la Hermandad, ¿y por qué?, me gusta el camino del Roció, me gusta el camino que hace Niebla, me gusta ver como la fiesta, la alegría, la vida no está nunca reñida con la fe y la devoción, me gusta ver como lo humano esta muchas veces por encima de lo divino y lo divino lo envuelve todo, así siento que es el camino al Roció, ¿y con Niebla?, he vivido muchos momentos de felicidad, de vida, de compañerismo, de cercanía, de lo mío es tuyo, de …. Podría seguir diciendo pero yo invito a vivirlo y si la Virgen me lo permite seguiré viviendo. Hablaría de cada actividad en las que mi trabajo me permite estar compartiendo la vida de Niebla, pero sería muy largo… Me siento ciudadano del mundo, andaluz porque creo que nuestra tierra es luz y alegría aun en los momentos malos, Onubense con huella de nacimiento en Bollullos del Condado, y ahora con patria de gran historia, Iliplense; me gusta sentir que este pueblo es parte de mi, ya que mis hijas han desarrollado y desarrollan parte de esa historia aquí, ya que mi vida está ligada por trabajo aquí y ya que me gusta este pueblo con su castillo y sus murallas, que nos recuerdan el continuo desafío al que el hombre debe responder con fuerza, firmeza y valentía, como se le presuponía a los caballeros en la edad media. Siento que esta es una tierra de retos, que tiene mucho que ofrecer, que sus gentes tienen una identidad profunda a defender, sin guerras sino con acciones que nos lleven a una unidad en lo distinto. Así siento yo a Niebla.